Sierra de San Luis: cuna de la evolución
La Sierra de San Luis es un Parque Nacional ubicado al sur de Coro y considerado como uno de los reservorios genéticos más ricos del mundo. Es una zona que cuenta con una extensión de 20.000 hectáreas y está caracterizada por una exuberante vegetación de bosques húmedos y nublados.
Gracias a su ubicación aislada entre la Cordillera de la Costa y la de los Andes, este lugar se ha convertido en expresión de vida terrestre y ha desarrollado especies únicas; sin embargo, el araguaney, las orquídeas y el miajo se consideran como la vegetación común de la zona.
En la fauna de la Sierra de San Luis se puede encontrar hasta 176 especies de aves, pero las típicas son la guacharaca y la pava.
Los turistas que deciden recorrer este destino poco conocido deben saber que la altitud del Parque va desde los 200 hasta los 1.500 metros, y mientras se sube se puede disfrutar de una vista espectacular de la costa, el Embalse El Isiro, la Península de Paraguaná y Curazao.
En la Sierra de San Luis se encuentran los lagos subterráneos más extensos de Venezuela, como el Rito Acarite: reservorio más grande de agua del país. Una de las propiedades más importantes de este paraíso natural es que gracias a dichos lagos se puede abastecer de agua a los habitantes de toda la zona costera y a las refinerías de Amuay y Punta Cardón.
Curimagua es una de las 5 sub-cuencas altas de la Sierra de San Luis y es una región que se caracteriza por el cultivo de frutas y legumbres como la naranja, la mandarina y la guayaba.
Además, en el Parque Nacional se encuentran aproximadamente 42 cuevas verticales que se conocen bajo el nombre de Haitones. Éstas llegan a tener profundidades de hasta 306 metros y se dice que por allí se lanzaba a los esclavos en la época de la colonia.
Por último, otro destino al cual los visitantes no pueden dejar de asistir son las Cataratas de Hueque, lugar ideal para bañarse en aguas cristalinas junto a la familia.